El truco de hoy, es para aquellas arrugas que por mucho que le pases la plancha se resiste y persiste en su empeño en desatar el pánico y el caos de buena mañana.
Esa camisa que no nos ponemos desde la última feria, reunión o boda, ese pantalón tieso y acartonado en contra de nuestra voluntad o incluso esos vestidos y trajes de rincones y dobleces rebeldes.
El secreto esta con un paño húmedo (ligeramente aderezado con un POCO de amoniaco) y nuestro amigo el papel de aluminio encima de la mesa de planchar. Colocamos la ropa entre el papel de aluminio y el paño húmedo, o lo que es lo mismo, encima del papel y luego colocamos encima el paño, claro.
Así que a exterminar esas arrugas que nos vencieron en el pasado, para siempre.
Un saludo y hasta el siguiente truco.
Thalos.