Cuando nos vamos de viaje hay un montón de cosas que tenemos que tener en cuenta: la documentación necesaria para entrar en el país, la moneda, la VISA, el tiempo previsto, la medicación de emergencia, la guía del país, … y si vamos en avión… el peso de la maleta.
Hemos de tener cuidado, si viajamos en avión, ya que los planes pueden complicarse… Pasar tiempo fuera de casa supone “cargarse” como un caracol con todo lo necesario. Pero tenemos una limitación; el peso máximo permitido. Puede variar en función del billete que hayamos comprado, del destino y de la compañía. Tenemos que asegurarnos de cuales son las limitaciones de la compañía aérea con la que viajamos. Cada compañía establece unos máximos y, dependiendo del tipo de billete que se haya adquirido, estos serán más permisivos o menos.
Para evitar problemas y nervios a la hora de facturar las maletas o disgustos antes de entrar en la cabina del avión con nuestro equipaje de mano, asegúrate del peso que llevas. Una manera fácil y cómoda es hacerte con un pesamaletas. Podrás pesar tu equipaje con precisión antes de salir de casa y antes de volver con las maletas llenas de regalos.
Si estás seguro de que vas a necesitar mucho equipaje y que con la maleta de mano no tendrás suficiente, la mejor opción es pagar un pequeño plus por facturar una maleta. Te saldrá más barato que pagar el exceso de equipaje en el aeropuerto. Aún recuerdo cuando nos dijeron en el aeropuerto de Kuala Lumpur (Malasia) que el exceso de equipaje eran como unos 100€ más… Con el pesamaletas podrás prever esta situación y ver cuantos kilos excede tu equipaje y valorar si hay cosas que son prescindibles antes de salir. ¡Ojalá lo hubiésemos tenido entonces!
Según info de Wikipedia, las compañías aéreas cuentan también con tarifas especiales para determinados equipajes que no están incluidos en la franquicia, tales como los equipos deportivos, sillas de ruedas o animales de compañía:
- Sillas de ruedas accionadas mecánicamente. Son aceptadas en bodega siempre que el acumulador esté desconectado y protegido contra cortocircuitos. Están considerados artículos personales y, por lo tanto, no están sujetas a ningún cargo por exceso de equipaje.
- Equipo de esquiar. Compuesto por un par de esquíes, un par de bastones, un par de botas o una tabla motoesquí, este tipo de equipos deben ir bien sujetos durante el transporte y, generalmente, sólo se cobran cuando la suma del equipaje facturado y el equipo de esquiar supera la franquicia.
- Bicicleta. Cabe la posibilidad de que se exija la retirada de los pedales, o bien que estos se coloquen hacia adentro, mientras que el manillar debe estar paralelo al bastidor. La bicicleta completa irá guardada en una caja o bolsa de protección.
- Equipo de golf. Lo forma una única bolsa con un par de zapatos y los palos de golf. No debe sobrepasar los 15 kilos y, si lo hace, la penalización dependerá de si se aplica el sistema de peso o de piezas.
- Equipos de surf y windesurf. Las compañías suelen recomendar que se reserve el espacio para éste antes de que el pasajero se presente en el mostrador de facturación. En caso contrario, su traslado estará sujeto a la disponibilidad de espacio.
- Animales doméstico. Perros, gatos o pájaros pueden ser aceptados como equipaje, pero se deberá abonar la tarifa correspondiente con independencia de la franquicia. Como norma general, su transporte se realiza en la bodega del avión, colocados en un recipiente o contenedor, aunque también es posible que viajen con sus dueños en la cabina de pasajeros.
- Perro lazarillo. Amaestrado para comportarse como un perro guía, por lo general, no tiene problema para viajar en cabina, salvo que lo impidan las regulaciones nacionales o de las compañías aéreas.
Las compañías de bajo coste suelen cobrar un recargo adicional de hasta 25 euros por las piezas que se deban cargar manualmente, como las tablas de surf, windsurf o planeadores.
En definitiva, más vale de no ir de “pardillo” e informase bien y equiparse. Con el pesamaletas y un vistazo a las normas de la compañía aérea nos ayudarán a empezar y acabar las vacaciones con buen pie…
Para los afortunados que cogen un vuelo próximamente… ¡Buen viaje! Qué suerte… y que lo disfrutéis.