Llega el fin de semana… Es hora de relajarse y darse algún capricho. Desde nuestro blog, os proponemos esta deliciosa receta que podréis adaptar a vuestro antojo: dulce, salado, frío, caliente… Y siempre irresistible
Las crepes se han convertido en la base de deliciosos desayunos, aperitivos tentadores, magníficos platos fuertes y postres extraordinarios. La masa puede ser dulce o salada y, dependiendo de su uso, la crepe se rellena o se glasea.
Según Wikipedia, las crepes son originarias de la región de Bretaña, al oeste de Francia, en donde se llaman krampouezh. Actualmente es un plato consumido a diario en todo el país, especialmente en el Chandeleur o Fiesta de la Candelaria, como parte de la tradición local (habitualmente se sirven acompañados de sidra). En esta región francesa se distinguen dos platos parecidos: las crepes elaboradas con trigo candeal y generalmente reservadas a los dulces y las galettes elaboradas con trigo sarraceno o alforfón, en general reservadas a rellenos salados. Éste tipo de trigo oscuro fue traído a Europa de China y a su paso por Europa Oriental dio origen a una comida similar, los blinis.
Pero para meternos en harina, seguimos con la receta. Es fácil y rapidísima de hacer.
Para preparar riquísimos crepes para 4 personas necesitas:
– 300g de harina
– 8 huevos
– 1/4 de leche
– Mantequilla
– Sal o azúcar (depende de si quieres hacer los crepes dulces o salados)
Para ambientarnos añadimos un » ingrediente sonoro» para que lo disfrutéis.
¡Que lo disfrutéis!
Y ya con las manos en la masa… Echamos la harina en una fuente y añadimos poco a poco la leche, los huevos y la sal o el azúcar. Lo mezclamos con una batidora de varillas o una batidora mezcladora para evitar que queden grumos y la masa sea espesa y lisa. Dejamos reposar la masa 20 minutos para que coja cuerpo.
Untamos con mantequilla una sartén y la calentamos a fuego medio. Con un cazo cogemos un poco de masa y la echamos en la sartén de forma que ocupe toda la superficie de la sartén y quede bien repartida. El grosor de la crepe depende de nuestro gusto.
Una vez dorada la superficie de abajo la despegamos y le damos la vuelta para que se dore la otra cara. Es importante usar una sartén antiadherente, ya nos facilitará mucho la tarea y conseguiremos mejor resultado.
Repetimos la operación de engrasar la sartén cada vez que hagamos una crepe y hasta que finalicemos la masa.
La presentación la dejamos a tu imaginación: rellenos de chocolate, paquetitos rellenos de queso y setas, plegados con dulce de leche, decorados con nata montada, … ¡Ummm!
¡Qué aproveche!